Reposo mi mirada en el vacio que dejó
tu partida; las botellas de agua vacias están por todo el piso y las colillas de cigarrillo empiezan a volar con el frio de la noche. No necesito nada más. No comeré nunca más, quizás así llame tu atención y
decidas regresar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario