Cerré los ojos con fuerzas y suspiré. Sentí que te acercabas pero no estaba dispuesta a ceder tan rapido. Te paraste frente a mi, a unos pasos estaba el agua que me habias dejado y sobre la cama reposaba nuestro inventario. No recordaba hace cuanto tiempo exactamente habia dejado de sonreir. Estaba inmersa en un mar de lagrimas, sin esperanzas ni fuerzas para seguir. Volviste a mirar en mi dirección con tus ojos profundos. Dijiste basta, aca llegué, no puedo soportar más.

¿Sabes? No me importaba nada cuando estabas conmigo. Solo tenia tu amor y un sol que me alumbraba. Era todo tan facil, mi amor. Era todo el año primavera, la lluvia era la escena de amor perfecta y en las noches nubladas te convertías en mi estrella. Me enseñaste muchas cosas, y otras tantas te las llevaste al partir. Lo recuerdo como si fuese ayer y todavía me duele. Honestamente puedo decir que te extraño y todavía seguis ocupando tu lugar. Creo que muchas cosas se quedaron conmigo y son las campanas a los múltiples fantasmas que me atormentan cada noche, esperando a que vengas a limpiar mis lagrimas o a decir basta mi amor, no llores más, aca estoy.

Nos perdimos en un travesia y hoy estoy aca mientras vos empezas una nueva historia de amor. Y lo único que resta es esperar a que decidas que tu camino está junto a mi, o seguir atrapada en los recuerdos de un amor que nunca fué correspondido.