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sábado, 4 de junio de 2011

Estar en mis cuarenta, ochenta años, no importa demasiado la edad, con un libro entre las manos y una sonrisa en el medio de mi cara. Mirar hacia adelante y ver a personas, conocidas o no, tal vez pueden llegar a ser mis nietos o alguna conferencia con periodistas y gente importante, de esa que ves por los noticieros de la tele cuando hay algún acontecimiento especial. Entonces en algún momento digo algunas palabras de agradecimiento o cuento alguna historia de mi pasado, puede ser tal vez de cuando tenia 16 años, muchos rulos y un blog donde acumulaba cosas escritas, donde inventaba historias basadas en mi y momentos, pensamientos, delirios.
De golpe bajo la mirada y aprieto con fuerzas el libro. Vuelvo a sonreír con la boca, con los ojos, con el cuerpo.
Y leo el titulo, la editorial.
Bajo la mirada.
Leo mi nombre.
Y vuelvo a sonreír.

Ese es mi mayor sueño en la vida.

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