Pero las cosas iban tomando forma, poco a poco, y todo encajaba como en un rompecabezas a la perfección. El único problema era que lo único que se estaba rompiendo en ese momento era mi cabeza. Y mi sentido común había desaparecido como por arte de magia.
Seguía por mi, por ellos, por el nítido recuerdo de cuando te pregunte por que volvías a mi una y otra vez y lo único que escuche salir de tus labios fue un dulce gruñido que formaba palabras confusas que quizás eran la primera o ultima vez que las escuchaba, tal vez estaba dispuesta a perderte sin remedios, como estaba acostumbrada a hacerlo. Sin dudas era esa la base de mi vida.
Y aún recuerdo esa vez que me dijiste que me querías, tal como un suspiro sostenido en el aire, como una canción eterna que sigue por el miedo a terminar.
1 comentario:
ame esto, amo como t expresas! un beso gordi, se te quiere!
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