Perder

   Si me preguntan con que palabra me defino mejor, sería perder. Siempre pierdo, la balanza de mi vida está inclinada hacia todo aquello que me hace mal. No me quejo, porque estuvo en equilibro tres años (y hace tres años que dejé este blog, que loco ¿no?). ¿Y ahora? ¿Como se empieza de nuevo cuando te das cuenta que no conoces a la persona que tenes de tu lado? ¿Que pasó de estar noches enteras con vos cantándole a luna y ahora no debe recordar el nombre de la persona con la que durmió anoche? Es jodido cuando te decepcionan. Pero peor es darte cuenta que perdiste.
   Y si no perdes, quédate tranquilo que la vida misma se encarga de hacerte conocer el dolor. He aquí los altibajos de la vida. He aquí la pena en carne propia.
   ¿Todo está escrito? ¿Hay un hombre barbudo jugando con todos nosotros? No lo sé, pero si de algo estoy segura es que somos responsables de nuestros actos. Estoy pagando cada centavo de todo el dolor que en algún momento le producí a alguien. Por eso no me enojo con ningún ser celestial. Me banco todo lo que vivo porque es obra y gracia mia.
   Les presento a la culpable de todos mis problemas: YO.