Fly away hasta que vuelvan las luces

A veces terminar con todos los obstáculos que se presentan en nuestro camino no es suficiente para llegar a la meta de nuestros sueños. A veces es necesario mirar más allá de lo que nuestros ojos ven, indagar en el alma de las personas. No creo que esta sea la parte más difícil, al fin y al cabo hay muy pocas personas que en verdad intentan hacernos daño conscientemente, la mayoría lo hace sin querer, sin motivos que a pesar de todo nos duelen de cierta forma. Creo que uno de los puntos que nunca tenemos en cuenta durante ese recorrido y sin dudarlo uno de los más difíciles, es indagar en nuestra propia alma. Mirar adentro nuestro, con una sola cara, jugársela a todo o nada. Es tirar la moneda hacia arriba con los ojos cerrados y que sea lo que sea. Es aliviar el dolor con amor, no con pastillas ni alcohol. Es aprender a reconocer nuestros errores sin importar que digan los demás. Es aprender a decir hoy es hoy, ayer fue ayer y mañana será mañana.

Sin embargo el mayor obstáculo y sin lugar a dudas el que más odiamos, es el que aparece casi al final, el que creamos nosotros mismos.