Cuando no estas o me encuentro en otra parte del mundo, siento que falta algo. La esencia del que soy, que fuí y que seré se transforma en un puñado de sueños y esperanzas caídas, que viajan a la deriva esperando chocar con alguien que las transforme en materia viva nuevamente.
   Cuando no estas me equivoco cada medio segundo, cuando no están la soledad me aconseja mal, por qué dije o hice aquello que no sentía, por qué cuando no estas me siento estúpidamente vacía. Cierro los ojos y veo una realidad distinta de la que vivo.
   Necesito encontrarme. Una vez más..
   Cuando no estás no se abre el paracaídas y salto igual, y me pierdo en habitaciones vacías. Cuando no estás, cuando no estás conmigo... 

   A esta hora me pongo un poco cursi. Tal vez, porque es cuando más te extraño. El vacío de la cama, tu perfume en la almohada (cada vez queda menos).  Cuando no estás la casa vacía pregunta cuando volverás, y escribo versos crueles conmigo, dedicados a esos momentos de ausencia en mi vida, a esos momentos donde me olvido donde estoy y me entrego a un mundo distinto, donde soy x persona representando un pequeño punto en una red social que usan millones de puntos más en un planeta inmerso en una galaxia infinita  y cambiante.

   Cuando no estás estoy esperando que vuelvas. Con un ramo de flores, con una sonrisa en la cara, con el corazón en las manos. Con un perdón entre los labios, con un abrazo que me inunde.

Cuando no estás me paso el día contando minutos, cuando no estás o me pierdo en un laberinto oscuro. Cuando no estás la soledad me aconseja mal. 

    Cuando no estás, solo espero verte llegar por esa puerta. 
   Lo que ocurre cuando vuelves que te quiero más, estoy esperando que vuelvas.