No me toques. No quiero verte. No vengas a buscarme, no pretendas tapar todo el mal que hiciste con palabras que se las lleva el viento.
    No envíes cartas, llenas de lagrimas, es en vano.
    No pienses en mi, porque yo no estaré pensando en ti.
    No sonrías cuando me recuerdes. Te ves estúpido.
    Disfruta mientras puedas el poco aire que queda en tus pulmones. Yo te avisé.
    Disfruta ahora, que estas a salvo de tus mentiras. Son un boomerang, mi amor. Yo te avisé.
    Ahora es tu turno, ahora es su turno.
    No trates de minimizar sentimientos desencontrados. No busques reproches. No busques amor.
    No te voy a decir que nadie nunca te amó como yo, porque sabes que es mentira.
    Amaras hasta que te duelan los huesos. Y no estaré ahí para curarte.
    Guardaras el sabor amargo de mis besos en tu baúl de recuerdos. Pero por favor cariño, no los vuelvas a sacar.
   Cuanto tu vida de cuento de hadas se derrumbe, no estaré ahí para sacarte los escombros de encima. No curaré tus heridas. Ya no.

     No puedo salvarte una vez más.