Tal vez aún guardes algo mio dentro de ti. Tal vez mi sonrisa sigue intacta en tu baúl de recuerdos. O tal vez no, el viento secó tus lagrimas y barrio consigo todas las noches de dolor.
     Tal vez el tiempo pasó para ti.
     Para mi no.
     Siempre recordaré el último adiós, porque es lo único que me mantiene viva. El último suspiro, el último beso, la imagen mía de quedarme parada en la puerta pensando si volverías, despidiéndote con tristeza en los ojos.
     Siempre supe que los amores verdaderos son los que siempre acaban mal. Quizás necesitemos ese sabor amargo al acostarnos y al despertar para darnos cuenta que estamos vivos, para darnos cuenta que pese a la bolsa de dolor que cargamos en la espalda seguimos vivos.
    Y eso es lo único que importa.
     Estar vivo.
     Por eso créeme cuando te digo que seguiré esperando por ti mientras siga en pie.